Organismos Reguladores: Antecedentes y Funciones
Las investigaciones sobre el empleo de energía nuclear
tienen su inicio durante el escenario caótico que representó para la humanidad
la Segunda Guerra Mundial. Es en el año 1939, cuando el reconocido científico
Albert Einstein se dirige a Franklin D. Roosevelt señalando la posibilidad de
construir bombas de reacción en cadena a base de uranio enriquecido. Como
resultado, es puesto en marcha el Proyecto Manhattan cuyo objetivo consistía en
una serie de pruebas científicas encaminadas a la construcción de la 1ra bomba
atómica, antes de que la Alemania Nazi lo lograse. (OIEA, 1996)
Con la entrada en funcionamiento del primer reactor atómico,
Chicago Pile CP-1, en el 1942 se hizo evidente el avance alcanzado por la
tecnología de radiación, por lo cual, subsecuentemente, los efectos
devastadores de las bombas nucleares no se hicieron esperar. El Proyecto Manhattan desembocó en la creación de las bombas
Little Boy, y Fat Man a base de uranio y plutonio respectivamente. El 6 y 9 de
agosto de 1945 dichas bombas son lanzadas sobre las ciudades japonesas de
Hiroshima y Nagasaki causando estragos en el panorama internacional. Dichos
ataques culminaron con la vida de aproximadamente 140,000 personas . (OIEA,
1996) Las implicaciones del uso de la energía atómica, sus efectos
adversos en la salud y su siniestra potencialidad de destrucción exigieron el
establecimiento de políticas internacionales que se ocuparan de la cuestión en
todos los niveles. No solo del ámbito militar, sino también del civil.
Por lo que tiempo después, los hechos citados anteriormente
y otros que se detallan más adelante, sirvieron como precedente para la
creación de los principales organismos, acuerdos y tratados que se mantienen
vigentes hasta la fecha y regulan la actividad nuclear a nivel cuasi-global.
¡Conózcanlos!
OIEA
Es una organización internacional cuyo objetivo es velar por
el uso pacífico de la energía atómica, impedir que sea utilizada con fines
bélicos y/o militares, e incentivar el desarrollo científico de las tecnologías
nucleares en beneficio de la sociedad.
Sus orígenes se remontan al año 1953, época en la que Dwight
Eisenhower (30mo presidente de los EEUU) pronuncia su discurso “Átomos para la
Paz” (Atoms for Peace) ante la Asamblea General de las Naciones Unidas
(Eisenhower D. , 1953) . Eisenhower, quién había dedicado gran parte de su vida
al ámbito militar, concebía a la no muy explorada energía nuclear como una
tecnología potencialmente destructora si se le utilizara con propósitos
armamentistas. Su interés por encaminar el desarrollo de este tipo de energía
por el sendero de la paz se hace notorio en los argumentos presentados en su
discurso, como se muestra en la siguiente cita:
“No es suficiente quitar estas armas de las manos de los
soldados, éstas deben ser puestas en manos de quienes conocen como ponerlas al
servicio de la paz y del bienestar de la humanidad” (1953)
Éstas palabras sentaron las bases para que cuatro (4) años
más tarde, el 19 de julio de 1957, se constituyera de forma oficial la
Organización Internacional sobre la Energía Atómica OIEA mediante la firma del
IAEA Statute (ONU, 1957). En dicho
documento se plantean los objetivos y funciones de la Organización.
Al ser un organismo especializado, la OIEA posee un carácter
autónomo en el ejercicio de sus acciones. Se trata de una entidad internacional
vinculada al sistema de Naciones Unidas, cuya relación con la ONU está
contemplada en un “convenio especial” entre ambas partes. (The "Atoms for
Peace" Agency: OIEA) Sin embargo, esta rinde informes anuales sobre la labor
desempeñada a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad, y no al Consejo
Económico y Social ECOSOC, como se indica en el artículo III, acápite B
(párrafo 4) del Estatuto:
“Presentará informes sobre sus actividades […] a la Asamblea
General de las Naciones Unidas y […] al Consejo de Seguridad: si en relación
con las actividades del Organismo se suscitaran cuestiones que sean de la
competencia del Consejo de Seguridad, el Organismo las notificará a este
último, como órgano al que corresponde la responsabilidad primordial de
mantener la paz y la seguridad internacionales”
Controversias: el Acuerdo WHA 12-40
Es conocido que la OIEA se enfoca primordialmente en el
desarrollo de la tecnología de radiación atómica para beneficencia de la
sociedad. Hecho que sumado al conjunto de profesionales procedentes del sector
que forman parte de la entidad hace pensar en un simple y llano concepto:
Promoción de la Industria Nuclear. No obstante, en lo referente a la salud y a
la asistencia médica no se muestra como un organismo totalmente competente. Es
por ello que han surgido varias dudas y opiniones encontradas respecto a su
respuesta frente a una posible catástrofe nuclear.
Michel Fernex, ex miembro de la Organización Mundial de la
Salud (OMS), expresa que la cantidad de personas afectadas por la radiación
nuclear es decisión de la OIEA. Una frase con doble connotación y un cierto
sentido de ambigüedad si atendemos a que dicha organización es responsable de
emitir boletines y recopilar información sobre las localidades damnificadas por
los efectos radiactivos de la energía atómica. Mientras que por otra parte, el
28 de mayo de 1959 se firmó el Acuerdo WHA 12-40 entre la OIEA y la OMS,
mediante el cual se limita la acción de esta última. (Fernex, 2011) Las polémicas desatadas en torno al Acuerdo han sido tales
que, incluso, la sociedad civil ha tomado cartas en el asunto. “Por la
Independencia de la OMS” es la
denominación bajo la cual un grupo de organizaciones no gubernamentales
pretenden dejar a un lado la falta de autonomía en las decisiones tomadas por
la Organización Mundial de la Salud para prevenir, proteger, tratar y sanar a
los victimarios de fugas radiactivas. (Capdevila, 2011)
Accidentes como los ocurridos en Chernóbil, Ucrania; Three Mile Island, EEUU; y Fukushima, Japón ponen en evidencia la necesidad de fortalecer los mecanismos existentes. Y es que, según Yuri Andreyev, la OIEA es una organización “muy débil” para lidiar con situaciones como las mencionadas, ya que su actuación depende de la información suministrada por los estados miembros de las Naciones Unidas y de diversos tratos diplomáticos. Asimismo, destaca que para abril de 1986 los operarios de la planta de Chernóbil no contaban con los medios para remediar la situación, sino que fue el ejército soviético el que se ocupó de la cuestión creando una unidad científica para gestionar los efectos nocivos de la radiación esparcida por el fenómeno. (EFE, 2011) Andreyev ha sugerido, incluso, la creación de un nuevo organismo cuyo objetivo lejos de promocionar la energía atómica sea actuar frente a posibles los posibles desastres nucleares que puedan ocurrir.
UNSCEAR
Comité Científico de las Naciones Unidas sobre los Efectos
de la Radiación
Es un comité perteneciente al sistema de las naciones unidas
creado el 3 de diciembre de 1955 mediante la aprobación de la resolución 913
(x) a unanimidad por la Asamblea General. Su misión es elaborar informes
respecto a los efectos de la radiación ionizante en la salud, a los niveles de
radiación a los que la sociedad está expuesta, y a las secuelas que los
desastres nucleares pueden provocar en los seres humanos a largo plazo.
(UNSCEAR, 2012)
A la fecha, el UNSCEAR ha elaborado alrededor de 20
informes. Estos representan una de las principales fuentes de información en
materia de radiactividad para entidades como la Comisión Internacional de
Protección Radiológica (ICRP), la Organización Internacional de la Energía
Atómica OIEA, la Organización Internacional del Trabajo OIT y la Organización
Mundial de la Salud OMS. Sus trabajos más recientes se centran en la
realización de estudios epidemiológicos
sobre la radiación y sus efectos cancerígenos y no cancerígenos, efectos de la
radiación en el sistema inmune, y las respuestas celulares a la exposición a la
radiación. Está conformada por un total de 27 países, cada uno con un
representante.